1. INTRODUCCIÓN A LA SEGURIDAD ALIMENTARIA

1.2. ¡PON DE TU PARTE!

La higiene en la cocina y la correcta conservación de los alimentos son factores fundamentales para evitar posibles intoxicaciones alimentarias producidas por gérmenes.

Lee con atención los siguientes consejos para llevar a cabo
una adecuada seguridad alimentaria en tu hogar

CONGELACIÓN

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Sólo los congeladores de cuatro estrellas tienen potencia para congelar alimentos frescos hasta tres meses

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Si tu congelador tiene menos potencia, conserva en él sólo los alimentos que compres ya congelados.

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No sobrecargues el congelador, para que circule el frío.

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Los alimentos descongelados no deben nunca volver a congelarse.

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Descongela poco a poco el alimento dentro de su envoltorio o recipiente, pasándolo la víspera de su consumo a la nevera.

HIGIENE

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Lávate las manos con jabón antes de manipular los alimentos.

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Evita toser, estornudar o tocarte el pelo encima de los alimentos.

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Limpia bien los útiles y superficies de la cocina.

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Usa varios cuchillos diferentes, por ejemplo; uno para carne, otro para las verduras y otro para el pan.

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Lava bien, con agua caliente y detergente, vajillas y recipientes. Acláralos a conciencia.

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Cambia con frecuencia los paños de secado o utiliza papel de cocina.

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Mantén limpio el interior del frigorífico.

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Lava la fruta, incluso las que vas a pelar, y la verdura, aunque vayas a cocerla

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Las hortalizas que se comen crudas deben mantenerse un rato en agua con unas gotas de lejía de uso alimentario.

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No permitas que los animales entren en la cocina.

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No prepares comida para otro si estás enfermo.

SALUD

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Cocina suficientemente los alimentos para eliminar los gérmenes nocivos.

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No reutilices más de dos/tres veces el aceite de freír, pues al calentarlo y enfriarlo se forman sustancias tóxicas.

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No calientes y enfríes la comida sobrante. Recalienta sólo la cantidad que vas a consumir.

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Añade poca sal.

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Corta las verduras y hortalizas en porciones grandes para que pierdan menos vitaminas. Cuécelas en un recipiente cerrado.

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Protege las vitaminas echando a la cocción unas gotas de limón o vinagre.

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Procura cuajar bien las tortillas y cocinar a temperatura suficiente los alimentos que contengan huevos.

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Cocina siempre mucho las aves, la carne de cerdo y la carne picada.

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Retira con una cuchara la capa de grasa de los guisos que se solidifica en el frigorífico.

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No utilizar nunca envases alimentarios para guardar productos de limpieza. Alguien podría confundirlos.

CONSERVACIÓN

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Comprueba si son frescos, refrigerados o congelados, y así guárdalos en el lugar que asegure la temperatura más adecuada.

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Protege los alimentos con papel de uso alimentario y separa los crudos de los cocinados.

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No mezcles distintos tipos de alimentos.

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Guarda frutas y verduras en el cajón inferior. Consúmelas antes de tres días.

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La carne fresca se conserva en la nevera hasta 4 ó 5 días.

El pescado, una vez limpio, hasta 24 horas.

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Los huevos deben mantenerse en el frigorífico tras la compra. Comprueba y respeta la fecha de consumo preferente o de caducidad.

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El frigorífico no debe llenarse excesivamente. Coloca los alimentos de manera que el aire circule fácilmente a su alrededor.

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No introduzcas alimentos calientes en la nevera: puede dañar el sistema de enfriamiento.

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El frío no mata las bacterias: cuando el alimento vuelve a temperatura ambiente, reanudan su actividad

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Lea las instrucciones de conservación.

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