1.3. El proceso de normalización
La normalización ofrece importantes beneficios como consecuencia de adaptar los productos, procesos y servicios a los fines a los que se destinan, proteger la salud y el medio ambiente, prevenir los obstáculos al comercio y facilitar la cooperación tecnológica y la certificación.
La certificación beneficia tanto a las empresas como a los distintos agentes sociales ya que estimula al fabricante o prestador de servicios a realizar sus actividades identificando y satisfaciendo las necesidades de sus clientes y logrando así ventaja competitiva de una manera eficaz.
La Normalización es una actividad colectiva encaminada a solucionar situaciones repetitivas y unificar criterios, posibilitando la utilización de un lenguaje común en un campo de actividades concretas.
La Normalización consiste en la elaboración, difusión y aplicación de Normas.
Una Norma es un documento con las siguientes características:
Las normas proporcionan un lenguaje común de comunicación entre las empresas, la Administración y los usuarios y consumidores. Además, permiten un equilibrio socioeconómico entre los distintos agentes que participan en las transacciones comerciales.
Las normas permiten definir los patrones necesarios de confianza entre clientes y proveedores. En el incendio de la ciudad de Santander a mediados del siglo XX, fue necesaria la colaboración de los cuerpos de bomberos de varias ciudades europeas. Desgraciadamente, la ausencia de normalización en los equipos de extinción de incendios dificultó enormemente la conexión de los equipos extranjeros con los equipos de extinción de la ciudad. Es un trágico ejemplo de lo que la ausencia de normalización puede acarrear.
El campo de actividad de las normas es tan amplio como la propia diversidad de productos o servicios, incluidos sus procesos de elaboración.
Así, se normalizan, entre otros:
Tipos de normas según el organismo
que las elabora
Normas nacionales
Son elaboradas, sometidas a un período de información pública y sancionadas por un organismo reconocido legalmente para desarrollar actividades de normalización en un ámbito nacional. En España estas normas son las normas UNE.
Normas regionales (comunitarias, continentales o europeas)
Son elaboradas en el marco de un organismo de normalización regional, normalmente de ámbito continental, que agrupa a un determinado número de Organismos Nacionales de Normalización. Las más conocidas, aunque no las únicas, son las Normas Europeas elaboradas por los Organismos Europeos de Normalización (CEN, CENELEC, ETSI), y preparadas con la participación de representantes acreditados de todos los países miembros.
Normas internacionales
Tienen características similares a las normas regionales en cuanto a su elaboración, pero se distinguen de ellas en que su ámbito es mundial.
Las más representativas por su campo de actividad son:
- Las normas CEI/IEC (Comité Electrotécnico Internacional) para el área eléctrica.
- Las UIT/ITU (Unión Internacional de Telecomunicaciones) para el sector de las telecomunicaciones.
- Las normas ISO (Organización Internacional de Normalización) para el resto.
Por su objeto, se agrupan en:
- Normas sobre especificaciones técnicas de productos, procesos o servicios.
- Normas sobre metodología de comprobación de dichas especificaciones.
- Normas relativas a terminología y definiciones.
Las normas UNE son las elaboradas en el marco de
un organismo de normalización nacional reconocido.
En España, AENOR es
el organismo responsable de su elaboración y aprobación. Las normas
UNE reúnen las normas de aplicación nacional y las Normas Europeas
(EN).
La elaboración de una norma UNE, incluida la adopción de Normas Europeas (EN), se lleva a cabo en el seno de los Comités Técnicos de Normalización (CTN), a través de las siguientes fases:
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