1.1. ¿QUÉ ES UNA AUDITORÍA DE UN SISTEMA DE GESTIÓN DE CALIDAD?

Antes de comenzar con el tema de las auditorías, es necesario recordar no solo como se desarrolla una auditoría y como es un auditor, sino que cuál es el objeto de la misma: un Sistema de Gestión de la Calidad (SGC).

Para alcanzar la competitividad, una empresa debe contar con buenos productos y/o servicios obtenidos a un coste apropiado y con una buena gestión, la cual debe incluir también la posibilidad de dar a sus clientes un trato agradable. Dicho de otra forma, debe desarrollar los siguientes tipos de calidad:

• calidad de producto y/o servicio
• calidad de proceso
• calidad de gestión
• calidad de atención al cliente

La calidad es la base de la supervivencia y del desarrollo de las empresas.

La calidad es hacer las cosas bien, hacerlas bien a la primera.

Hay que tener en cuenta que el entorno en que se desarrolla la actividad económica hoy en día es muy complejo y dinámico, complejo porque cada día son más las variables que afectan a una empresa (gustos de los clientes, competencias, normativas, medio ambiente, ...), y dinámicas porque esas variables cambian cada vez de forma más rápida.

En este entorno, la Calidad NO ES UNA OPCIÓN, sino que es y será el camino de sobrevivir y ser competitivo dentro del nuevo marco comercial y empresarial.

Por eso no sólo basta con tener un buen SGC, hay que mejorarlo para poder seguir estando vivos en el mercado. Hay que contar con mecanismos que nos permitan llevar a cabo esa mejora.

Como uno de los métodos más eficaces que nos aportan datos para la revisión y mejora continua del SGC...

...se establecen las auditorías, con el objetivo de:

	determinar el grado de cumplimiento del SGC establecido por la organización y si es conforme con los requisitos de las normas de referencia,
	determinar el grado de implantación del SGC,
	identificar fallos y oportunidades de mejora, así como establecer las acciones necesarias para corrección y/o implantación.

Podemos tener el mejor sistema de calidad del mundo. Si no controlamos su cumplimiento y utilizamos los resultados de ese control para su mejora, degenerará, pasando de ser la herramienta básica de gestión, a unas actividades inútiles y sin fundamento que sólo supondrán un estorbo en el día a día de la empresa.

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